10.3 Técnicas de clonación de genes
Básicamente consiste en la obtención del inserto de ADN que interesa, mediante la utilización de las endonucleasas de restricción; después, se promueve la unión de éste a un ADN vector (que puede ser un plásmido o un ADN viral), el cual actúa como vehículo de clonaje, ya que transporta el inserto de ADN a una molécula hospedadora donde puede ser replicado; y finalmente, la transformación, que se produce en una célula procariótica o eucariótica.
Aplicaciones de la clonación de genes
Las primeras aplicaciones
prácticas de la clonación molecular tuvieron lugar en plantas, por ser
más fácil su manipulación.
Numerosos árboles frutales y plantas
ornamentales han sido modificados mediante la introducción de genes
obtenidos por clonación,
con el fin de mejorar sus
características y obtener una mejora en la alimentación y en la
ornamentación.
En otros casos, se han conseguido
cultivos de cereales con mayores ventajas nutritivas y económicas;
plantas con genes
implicados en la resistencia a
herbicidas, sin producir daños en el medio ambiente; y actualmente se
investiga la posibilidad
de que plantas no leguminosas, como
el trigo y el maíz, realicen la fijación bacteriana del nitrógeno,
fenómeno de gran importancia
para la producción de alimentos. Y
todo ello, utilizando las técnicas de recombinación del ADN.
También
mediante esta tecnología se producen actualmente grandes cantidades de
productos génicos terapéuticos, a partir
de genes clonados y expresados en
bacterias que crecen con facilidad y producen el producto deseado en
grandes cantidades.
Entre esos productos se encuentran insulina,
interferones, interleuquinas (un tipo de citoquina) y hormona
del crecimiento,
ésta última utilizada para tratar cierta forma de enanismo en los
niños.
Además, gracias a los procedimientos
de clonaje, expresión y purificación, se trata de identificar la
proteína clave en un
proceso patológico, aislarla en
grandes cantidades, determinar su estructura tridimensional mediante
cristalografía de rayos
X, y finalmente diseñar moléculas
que inhiban su función.
La clonación molecular permite
también construir nuevas bacterias para un determinado fin, y así por
ejemplo, se han combinado
las enzimas claves de varias rutas
distintas de degradación de compuestos contaminantes del medio ambiente,
pertenecientes
a tres bacterias diferentes, para
originar una nueva bacteria que las tiene todas, y se desarrolla sobre
mezclas letales de
numerosos compuestos.
BIBLIOGRAFIA
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