10.4 Prueba de PCR en el diagnostico de enfermedades
Genéticas Por microorganismos (bacterianas, protozoarios, entre otros)
Las aplicaciones
actuales de la biología molecular para el diagnóstico clínico son muy variadas:
Genética
- Diagnóstico prenatal
- Tipaje de HLA
- Reordenamientos genéticos
- Detección de esperma aneuploide
- Creación de mapas genéticos
Diagnóstico
Microbiológico
· Diagnóstico rápido de infecciones
víricas
· Detección de microorganismos en células
infectadas/transformadas
· Determinación de la relación génetica
entre varios tipos de microorganismos similares
· Correlacionar la presencia/expresión de
agentes virales/infecciosos en tejidos neoplásicos.
· Determinar la resistencia a los
antibióticos de las bacterias.
· Epidemiología de las infecciones
· Detectar y cuantificar microorganismos
difíciles de cultivar o para los que no existen reactivos serológicos.
· Detectar regiones transformantes
específicas en virus
Diagnóstico y
clasificación de neoplasias y establecimiento de un pronóstico
· Detectar reordenamientos de genes
· Detectar reordenamientos en tumores humanos
con anomalías consistentes cariotípicas
· Detectar reordenamientos
moleculares/anomalías de expresión genética en ausencia de alteraciones del
cariotipo
· Estudio de la estructura/expresión de
oncogenes
· Detección de amplificación
genética/resistencia a drogas
· Diagnóstico de cell lineage en base a
la expresión genética
APLICACIONES PCR
Existe una técnica que permite de manera
rutinaria la obtención rápida de un número ilimitado de copias de un segmento
de ADN. Se denomina PCR (polymerase chain reaction). La PCR se lleva a cabo in
vitro, y utiliza la enzima ADN polimerasa, la muestra de ADN que se quiere
amplificar, desoxirribonucleótidos trifosfato (dATP, dCTP, etc) y oligonucleótidos
(en exceso) que actúan de cebadores para que la polimerasa pueda trabajar y que
son complementarios a secuencias situadas en los extremos 3’ del segmento de
ADN que se pretende copiar ( siendo necesario por tanto, conocer la secuencia
del ADN a copiar).
Muchas de las aplicaciones de la PCR están
todavía por descubrir, pero la técnica ha sido ya aplicada en la obtención de
nuevos datos sobre la estructura de los genes, de ARN, de genomas completos, e
incluso en el prometedor campo de la computación con “ordenadores” de ADN.
Se citarán algunos ejemplos.
Determinación de la estructura de mutaciones.
Una vez que un gen
ha sido obtenido, dos cebadores pueden utilizarse para amplificar los segmentos
genómicos correspondientes de varios individuos de una especie. El análisis de
las secuencias puede revelar la naturaleza de una mutación (cambio de bases,
delección, inserción, etc). Dada la facilidad con que puede ser llevado a cabo
este proceso, lo convierte en un instrumento de diagnóstico adecuado para
detectar la presencia de genes mutantes causantes de enfermedades genéticas,
hereditarias o no. Las distintas clases de mutaciones pueden también detectarse
si se emplean cebadores específicos de formas mutantes particulares de un gen
determinado.
Detección de agentes infecciosos.
La presencia de genomas de
virus o bacterias pueden ser detectados, aún teniendo en cuenta que la cantidad
de ADN de la célula hospedadora es enormemente mayor. Basta con conocer la
secuencia de los ADN extraños, fabricar los cebadores correspondientes, etc.
Existen ya diagnósticos de infección del VIH que usan la PCR.
Amplificaciones de segmentos de ADN dentro de células.
Se ha
conseguido ya crear enormes cantidades de copias de segmentos de ADN en células
somáticas y células germinales humanas. Con este procedimiento puede medirse
directamente la velocidad de recombinación meiótica en las células madre de
gametos.
Análisis de la histocompatibilidad de dos individuos.
Una vez
localizados y secuenciados los genes responsables del complejo principal de
histocompatibilidad de macrófagos y otras células inmunitarias, se pueden
someter a amplificación por PCR en dos individuos (donante y receptor) de cara
a comparar la viabilidad del trasplante de un órgano determinado.
Ordenadores de ADN.
Todas las actuales máquinas de cómputo
trabajan por medio de componentes electrónicos de silicio. Sin embargo, se
trabaja ya en la construcción de ordenadores capaces de realizar cálculos por
interacción de moléculas en disolución. Así, ha nacido lo que se conoce como
ordenadores de ADN. En ellos, la entrada y salida de datos se realiza con
polinucleótidos como soporte físico, y las piezas que los integran son
enzimas. Una de las ventajas de esta nueva raza de computadoras es que
proporcionan un almacenamiento de datos masivo. Los actuales ordenadores guardan
los datos como secuencias de ceros y unos, en forma de imanes polarizados o no
(disquetes), condensadores cargados o descargados (discos duros), o muescas
realizadas con láser en un sentido o en otro (CD ROM). Pero en los ácidos
nucleicos cada cero o cada uno, ocuparía el tamaño de un solo nucleótido, de
modo que un solo gramo de ADN almacenaría, en forma de secuencia ordenada de
bases nitrogenadas, la información contenida en mil millones de CD-ROM. Su
principal desventaja es, hoy por hoy su rápida pérdida de datos (mutaciones,
al fin y al cabo), y sobre todo su lenta velocidad de cómputo. Para solucionar
el primer problema, se ha propuesto incorporar a los ordenadores de ADN los
sistemas de reparación de ADN con que cuenta cualquier célula eucariota, y
para solucionar el segundo, la simbiosis entre los componentes procesadores de
los ordenadores clásicos y la memoria en forma de ADN, uniendo así la inmensa
capacidad del ADN y la alta potencia de los procesadores de silicio. El papel de
la PCR en este tipo de máquinas es obvio; crear tantas copias como se desee de
cualquier “programa” o “archivo” almacenado en un ADN.
BIBLIOGRAFIA
http://iesbinef.educa.aragon.es/departam/webinsti/bach/bio/enzim/genf.htm
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