lunes, 11 de junio de 2012


10.3 Técnicas de clonación de genes


La técnica que permite clonar el ADN (ácido desoxirribonucleico) que forma los genes se denomina tecnología del ADN recombinante, y permite producir segmentos idénticos de genes en grandes cantidades.
Básicamente consiste en la obtención del inserto de ADN que interesa, mediante la utilización de las endonucleasas de restricción; después, se promueve la unión de éste a un ADN vector (que puede ser un plásmido o un ADN viral), el cual actúa como vehículo de clonaje, ya que transporta el inserto de ADN a una molécula hospedadora donde puede ser replicado; y finalmente, la transformación, que se produce en una célula procariótica o eucariótica.
 
Aplicaciones de la clonación de genes

Las primeras aplicaciones prácticas de la clonación molecular tuvieron lugar en plantas, por ser más fácil su manipulación. Numerosos árboles frutales y plantas ornamentales han sido modificados mediante la introducción de genes obtenidos por clonación, con el fin de mejorar sus características y obtener una mejora en la alimentación y en la ornamentación.
En otros casos, se han conseguido cultivos de cereales con mayores ventajas nutritivas y económicas; plantas con genes implicados en la resistencia a herbicidas, sin producir daños en el medio ambiente; y actualmente se investiga la posibilidad de que plantas no leguminosas, como el trigo y el maíz, realicen la fijación bacteriana del nitrógeno, fenómeno de gran importancia para la producción de alimentos. Y todo ello, utilizando las técnicas de recombinación del ADN.
También mediante esta tecnología se producen actualmente grandes cantidades de productos génicos terapéuticos, a partir de genes clonados y expresados en bacterias que crecen con facilidad y producen el producto deseado en grandes cantidades. Entre esos productos se encuentran insulina, interferones, interleuquinas (un tipo de citoquina) y hormona del crecimiento, ésta última utilizada para tratar cierta forma de enanismo en los niños. Además, gracias a los procedimientos de clonaje, expresión y purificación, se trata de identificar la proteína clave en un proceso patológico, aislarla en grandes cantidades, determinar su estructura tridimensional mediante cristalografía de rayos X, y finalmente diseñar moléculas que inhiban su función.
La clonación molecular permite también construir nuevas bacterias para un determinado fin, y así por ejemplo, se han combinado las enzimas claves de varias rutas distintas de degradación de compuestos contaminantes del medio ambiente, pertenecientes a tres bacterias diferentes, para originar una nueva bacteria que las tiene todas, y se desarrolla sobre mezclas letales de numerosos compuestos.


 


BIBLIOGRAFIA






























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